Frederik Pohl (1919-2013)

Nacido el 26 de noviembre de 1919, a la edad de 17 años fundó Futurians —un club de aficionados a la ciencia ficción— en Brooklyn, el barrio neoyorquino que lo vio crecer.

Desde 1936 hasta 1939 se unió a las juventudes comunistas, tomando posición en contra de Hitler, Mussolini y condenando —en general— cualquier prejuicio racial. En 1943 sirvió en el ejército de los Estados Unidos, consiguiendo el grado de sargento en 1945.
Escribió varios relatos y algunas novelas en colaboración con Cyril M. Kornbluth, otro miembro del grupo Futurians, junto a quien desarrolló un agudo ojo crítico hacia el consumismo y la publicidad.

Tan relevante como su trabajo de escritor es su faceta como editor, destacándose en la década que va desde 1959 hasta 1969 en las revistas Galaxy e If. Con esta última ganó el premio Hugo al mejor magazine profesional de ciencia ficción durante tres años consecutivos.

Además de poseer una extensa e imaginativa obra en el campo de la ciencia ficción, es un destacado profesor en el área de estudio del futuro. Entre sus libros de no-ficción se encuentra Practic Politics, un manual acerca del proceso político norteamericano.

Ha ganado el premio Nébula a la mejor novela en 1976 por Homo Plus. Al año siguiente repitió el mismo premio con su novela Pórtico, que también mereció el premio Hugo y el John W. Campbell Memorial 1978. Además, ganó el National Book Award por Jem, en 1979 y un nuevo John W. Campbell Memorial en 1985 por Los años de la ciudad. El último premio Hugo que ganó data de 2010 y le fue otorgado por el blog The Way the Future Blogs en el cual continuó posteando —secundado por su nieta Emily— prácticamente hasta el día de su muerte, acaecida  el 2 de septiembre de 2013 en la ciudad de Palatine, Illinois, donde vivía desde 1984.

Libros reseñados:
Mercaderes del espacio

1 comentario:

  1. Considero al difunto Fred Pohl no solamente un enorme autor de CF, sino además una excelente persona... Me incluyó en su antología "Tales from the Planet Earth" y desde ese momento, no me faltó su saludo navideño anual, con la clásica tarjeta y sus frases amistosas. Una vez estuvo por Montevideo, pero lamentablemente no logramos encontrarnos. Conservo de él, aparte de sus libros, el mejor recuerdo humano. -C. M. Federici

    https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_María_Federici

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