El mar de madera (2001)

Por Iván Guevara

Autor: Jonathan Carroll (1949-..., USA)

Título original: The Wooden Sea (inglés)

Páginas: 320

Contexto: Tiempo actual en el —supongo que imaginario— pueblito de Crane's View, New York.

Tema: El mar de madera no es una novela al uso. Más cerca del género fantástico que de la CF es, sin embargo, difícil de catalogar. Se trata de una experiencia onírica donde, de principio a fin, no llegamos a saber exactamente qué está sucediendo... Pero no nos asustemos: El libro está sólidamente estructurado y la acción se describe siempre con toda coherencia —de forma cinematográfica diría, tanto que muchas veces nos parece estar viendo la escena más que leyéndola—.

Lamentablemente no puedo contar el argumento porque la historia nos va sacudiendo con giros inesperados capítulo tras capítulo.

Vamos a seguir al jefe de policía Frannie McCabe a lo largo de una investigación nada convencional: tiene una semana para llegar a una conclusión o peligra la estabilidad del mundo tal como lo conocemos. A lo largo del viaje encontraremos: un perro de más de trescientos años con la costumbre de resucitar cada vez que le dan sepultura; una extraña pluma multicolor que parece contener un secreto; una adolescente muerta que habla con McCabe, un redactor de manuales de instrucciones que sólo come estofado, barritas de chocolate Mars y té griego de la montaña ¡ah!... y que puede que en un futuro se convierta en el mismo perro centenario de antes; un joven McCabe que llega del pasado para ayudarle a resolver el enigma; una probable invasión alienígena que desafía las leyes de la física con el fin de cumplir el ¿plan de Dios?; una especie de ángel o demonio que le concede a Frannie el don de viajar a la última semana de su vida (dentro de 30 años) al pronunciar las palabras mágicas «Agujeros en la lluvia»; ese mismo futuro, donde en las tiendas de Giorgio Armani se venden unos cascos de la marca Bic para recuperar la memoria; un empresario multimillonario que viaja en el tiempo matando a nuestros conocidos por un ¿propósito?...

Todo esto y mucho más en 300 vertiginosas páginas, insisto, sólidamente construidas que desembocan en un final absolutamente existencialista. El tempo narrativo va pasando por toda la escala posible entre la novela de suspense y la saga fantástica. Emotivo y sarcástico, metafísico e irónico, rozando el humor negro por pura coquetería de estilo. Mención de honor para Manuel de los Reyes por su excelente traducción.

Jonathan Carroll es un autor original y sorprendente con un estilo preciosista en lo cotidiano que estimula la imaginación del lector. Si bien el resto de sus novelas no llegan a ser ni la sombra de El mar de madera —alguna de ellas con argumento anodino y previsible—, siempre es un placer leer cualquier página que haya escrito este maestro moderno de las letras. Para paladares exigentes.

Un párrafo (al azar, podría ser cualquiera): «—¿En las tiendas de ropa venden una máquina que te devuelve los recuerdos? ¿Por qué?
Susan hizo ademan de responder pero se detuvo, apabullada.
—No lo sé.
—¡Joder, qué época más rara! A lo mejor ahora se considera que la memoria es un complemento de alta costura. Qué más da, vamos.»
 

También recomiendo del autor: El museo del perro, Los dientes de los ángeles.

NO recomiendo: Manzanas blancas (aunque, como dije, se puede leer igual).

Tengo en cola de lectura: El mejor hombre del amigo y Sopa de cristales (como podemos apreciar, Carroll ha heredado de Philip K. Dick el talento para poner título a los libros).

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